Este mes de noviembre es el elegido por la Organización Mundial de la Salud para alertar sobre un grave problema de salud pública que nos afecta a todos, tanto a los profesionales de la salud como a cualquier paciente, hablamos de la resistencia a los antibióticos.
Estas campañas de concienciación sirven para acercar a la opinión pública mundial del problema que supone la resistencia a los antibióticos, además de aconsejar sobre las mejores prácticas entre el público en general, los profesionales de la salud y las instancias normativas.
Esta resistencia nos afecta de lleno a los podólogos debido a que el uso de antibióticos está muy extendido debido a que constituye una de las herramientas terapéuticas más útiles para el podólogo.
El problema surge debido a que un alto porcentaje de los pacientes que inician un tratamiento con antibióticos no lo terminan y las bacterias que no reciben la dosis de antibiótico que resulta letal para acabar con ellas se hacen más fuertes. Sin olvidarnos de los pacientes que se automedican tomando erróneamente antibióticos cuando no los necesitan.
Todo ello ha provocado que haya aumentado de forma alarmante las resistencias bacterianas creando un verdadero problema de salud pública. Cada día son más comunes las llamadas superbacterias que no se pueden controlar con los antibióticos actuales que encontramos en el mercado.
Los antibióticos son un recurso sumamente valioso para los podólogos y para todos los profesionales sanitarios preocupados en un único objetivo, curar al paciente. Por lo que es importante que cualquier persona se asesore adecuadamente antes de tomarlo, ya que el uso responsable de los antibióticos le permitirá tener el mejor tratamiento posible y también contribuirá a reducir la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos.
Un mal uso de los antibióticos provoca que las bacterias que no han muerto por un mal uso del antibiótico, se vuelvan resistentes y lo que es peor, crezcan y se propaguen a otras personas que ninguna culpa tienen.
Estamos viviendo una verdadera era de resistencia a los antimicrobianos que hace que muchos microorganismos como parásitos, virus y hongos cada vez sean más resistentes.
La Organización Mundial de la Salud ha establecido en cuatro los principales motivos de esta nueva era de resistencia. Motivos como tomar dosis insuficientes o no finalizar los tratamientos, las prescripciones erróneas de la automedicación y en otras zonas geográficas, los medicamentos de mala calidad y las deficiencias en la prevención y control de las infecciones.
En podología vemos como las infecciones son cada vez más difíciles de tratar y se consumen más recursos. Un ejemplo paradigmático es la resistencia a los fármacos de las infecciones en el pie por Staphylococcus Aureus.