
¿Pies fríos?
Seguro que muchas veces has oído aquello de que el corazón es el espejo del alma, pero lo que no habrás oído que observando tus pies puedes darte cuenta de cómo te encuentras de salud.
Tener los pies fríos durante los meses de invierno no debe preocuparnos, es relativamente normal debido a que los pies son las extremidades más alejadas del corazón. Por eso, la sangre tiene más dificultad para llegar a ellos y esto influye en que tengan una temperatura inferior a la del resto del cuerpo.
Lo que ya no es normal es tener la sensación de pies fríos durante todo el año, ya que en este caso incluso se podría esconder alguna patología.
Pueden darse problemas como una enfermedad arterial periférica que produzca que las arterias se obstruyan y no haya una correcta circulación de la sangre. Por ejemplo este problema es más frecuente en personas con un nivel alto de colesterol, con hipertensión, diabetes o tabaquismo y alcoholemia.
En algunos casos pero poco habituales la sensación de pies fríos puede darse por la llamada enfermedad de Raynaud, un trastorno de los vasos sanguíneos que provoca que las personas que sufren esta afección tengan una reacción excesiva al frío y al estrés emocional. Cuando esto sucede, la piel de estas zonas se vuelve blanca o azulada, y los dedos se sienten fríos y entumecidos.
¿Por qué tengo los pies fríos?
Tampoco podemos olvidarnos de un posible origen neurológico, bastante frecuente entre las personas que sufren diabetes o en persona con un importante déficit de vitamina B o algún trastorno autoinmune.
Estos problemas pueden llegar a distorsionar la información que llega al cerebro del estado de nuestros pies.
Otros motivos que pueden ocasionar la sensación de pies fríos son por ejemplo un déficit de hierro que puede afectar a la regulación de la temperatura del cuerpo, el hipotiroidismo, es decir un trastorno en la glándula tiroides o incluso el exceso de sudor típico de la hiperhidrosis que hace que baje la temperatura de nuestras extremidades.
En la mayoría de los casos en los que no se sufre ninguna enfermedad, una alimentación adecuada rica en magnesio, calcio, vitaminas E,K y C junto con una adecuada hidratación pueden ayudarnos a elevar la temperatura de los pies. También es fundamental que practiquemos algo de actividad física para favorecer la circulación, utilicemos calcetines de fibras naturales y un buen calzado que no nos apriete.
Igualmente es recomendable no fumar, hay que intentar evitar cualquier sustancia vasoconstrictoras como lo es el tabaco.
Mis pies están fríos creo que debido a un problema de circulación periférica y exceso de sudoración…¿creéis que son mejores los calcetines de algodón o de lana para estos casos? Por otro lado, encontré esta entrada de blog de herbolario en la que recomiendan el Ginkgo biloba para estos casos.
¿Estáis de acuerdo o creéis que esta planta no mejorará la microcirculación, o mejor el magnesio que recomendáis? Aunque creo que no me falta magnesio en la dieta, de ahí mi duda también.
Gracias de antemano.