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Por estas latitudes es habitual que la llegada del frío se produzca de manera abrupta y nos suele pillar de improvisto. Uno de los grandes olvidados ante la bajada de las temperaturas son nuestros pies.
Debemos extremar los cuidados del pie ante la llegada de frío, especialmente los niños las personas mayores o los deportistas al aire libre. Los pies son los grandes olvidados pese a ser una parte muy importante de nuestra estructura ósea.
Remedio japonés de la guindilla
Para combatir el frío en los pies no todo vale. Uno de los remedios caseros más originales, aunque poco recomendados, es el llamado truco japonés de introducir una guindilla en el interior del calcetín a la altura de los dedos.
La guindilla es una importante fuente de capsaicina, una oleorresina irritante que produce una sensación de ardor que llegará a la dermis y nos dará la sensación de tener los pies calientes.
Pero el problema es que en concentraciones altas, puede irritar la piel por lo que este remedio de la abuela no es nada recomendable.
Calcetines de fibras naturales
Un truco casero y realmente efectivo es usar unos buenos calcetines de fibras naturales. Protege tus pies con unos buenos calcetines confeccionados con fibras naturales como el algodón o la lana que ayudan a transpirar a nuestros pies. Existen muchas otras alternativas como los calcetines confeccionados con fibras sintéticas como el Nylon, la Lycra, el Poliéster o el acrílico… etc son los famosos calcetines térmicos y existen diferentes tipos y calidades.
Y no te los quites para dormir, el tener los pies calientes nos ayuda a dilatar los vasos sanguíneos de los pies, un factor más que indica a nuestro cerebro que es la hora de dormir. Por lo que tener los pies calientes nos ayuda a conciliar mejor el sueño.
Tampoco hace falta que nos pongamos tres pares de calcetines de lana, esto solo consigue que tengamos que llevar el calzado muy apretado. Y si oprimimos en exceso nuestros pies, la sangre no podrá circular con normalidad, por lo que estarán incuso más fríos. El calzado debe ser el adecuado, de talla correcta, que no apriete y con suela antideslizante.
Los pies son las extremidades más alejadas del corazón y el flujo sanguíneo tarda más tiempo en llegar, este hecho provoca que nuestros pies tengan una temperatura inferior a la del resto del cuerpo.
Si además tenemos algún problema añadido que obstaculiza la correcta circulación sanguínea, la sensación de pies fríos se puede acentuar.
Sin embargo, aunque notemos los pies muy fríos no debemos acercarlos en exceso a potentes fuentes de calor como estufas o chimeneas por el riesgo de aparición de sabañones.
Baños en agua tibia y caliente
Una solución eficaz para que los pies entren en calor son los baños en agua tibia y caliente que consiguen reactivar la circulación o realizar paseos cortos ya que esto estimula la circulación y mantiene a los pies calientes.
Alimentos que calientan nuestros pies
Y podemos conseguir una ayuda extra para entrar en calor mediante nuestra alimentación. Alimentos como la canela, la cayena o la pimienta, y las vitaminas E, K y C pueden hacer que fluya más sangre a los pies, al aumentar la frecuencia cardíaca. Para la vitamina C, verduras de hoja oscura, acelgas, coles de Bruselas, cítricos… etc. Para la vitamina E, frutos secos, espinacas, pimientos, espárragos… etc. Y para la vitamina K, lechugas, perejil, acelgas, col rizada… etc.
Y a su vez debemos evitar tomar muchos lácteos, bebidas con cafeína y prescindir del alcohol y el tabaco.
Seguir estas recomendaciones nos permitirá tener los pies calientes, saludables y listos para las bajas temperaturas de estos días.