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Ya estamos en primavera y ya no hay marcha atrás. Cada día que pasa vamos arrinconando la ropa de invierno y las botas y desempolvando la ropa veraniega, el calzado de verano y los zapatos de tacón.
Con el levantamiento de muchas restricciones vuelven las comuniones, bodas y los eventos que nos reclaman que usemos los zapatos de tacón y sus equilibrios imposibles sobre estilizados talones.
En el uso de los zapatos de tacón como en muchas cosas de la vida, la clave es la moderación.
Si a los tacones de infarto le sumamos una horma estrecha y un uso continuado, estamos ante una combinación muy peligrosa que incluso puede llegar a modificar la estructura del pie, provocar la aparición de afecciones como inflamaciones, dedos de garra o los juanetes. Sin olvidarnos de los típicos dolores de pies, rodillas, espalda…etc.
En el siglo XXI el único motivo para usar este tipo de calzado es el estético.
Lejos queda ya el origen de este calzado cuando se diseñó para que el pie encajara en el estribo durante las maniobras con caballos. Y también queda lejos cuando se popularizó su uso en la corte de Luis XIV cuando un famoso zapatero llamado Nicolás Lestage diseñó los primeros zapatos con tacón alto para ocultar la baja estatura del Rey Sol.
Al utilizar zapatos de tacón alto incrementamos el peso sobre la parte delantera del pie y modificamos la postura normal. Un uso continuado de los tacones puede provocar o agravar alteraciones ya existentes. La cuña corrida no superior a 5 centímetros de altura es el sustituto ideal para este tipo de calzado.
Si la etiqueta nos obliga a usar zapato de tacón alto siempre podremos relajar los pies haciendo ejercicios con una pelota para reducir o descomprimir la fascia plantar y aliviar la presión que ejerce este tipo de calzado.
No queremos alarmar ni va a pasar nada por acudir a un evento con zapatos con un tacón moderado. Nuestra preocupación son las mujeres que se han habituado a calzar zapatos con tacones imposibles.
Y sirva este dato para reflexionar, una de las cirugías podológicas más demandadas es la intervención quirúrgica de juanetes y más de la mitad de estas intervenciones se podrían evitar con el uso de un calzado adecuado.
Desintoxícate de los tacones
- Si llevas poco tiempo habituada a los tacones, lo mejor es que los alternes con zapatos planos de manera gradual y poco a poco, para que la musculatura de la pierna se vaya habituando.
- Si eres una usuaria empedernida de tacones durante años, la mejor solución es ir pasando poco a poco a zapatos con menos altura hasta llegar al zapato plano. Nunca pases de usar zapatos de tacón a planos de forma abrupta ya que aumentaría la tensión en la musculatura posterior de la pierna, tendón de Aquiles, gemelos, etcétera.
Ya sabemos que los zapatos de tacón alto pueden causar dolor, deformaciones y daños en los pies que pueden durar toda la vida. Si a los tacones altos le sumamos una horma estrecha y un uso continuado, estamos ante una combinación muy peligrosa que incluso puede llegar a modificar la estructura del pie, provocar la aparición de afecciones como inflamaciones, dedos de garra o los juanetes. Sin olvidarnos de los típicos dolores de pies, rodillas, espalda…etc.
Las primeras medidas que podemos tomar para reducir los problemas de los pies relacionados con los tacones altos, son:
- Evitar los zapatos con puntas demasiado puntiagudas.
- Evitar los tacones de más de 3cm de altura.
- Reconocer el dolor de pies como una señal de advertencia.
Los zapatos de tacón alto aprietan los dedos, fuerzan el peso del cuerpo sobre la punta del pie e interrumpen la alineación del cuerpo. Pueden provocar una larga lista de problemas para las mujeres y sus pies:
↪ Juanetes
Los tacones altos no causan juanetes. La mayoría de las mujeres que desarrollan juanetes pueden culpar a sus antepasados por transmitirles una estructura defectuosa del pie. Pero con el paso del tiempo, el uso habitual de tacones altos con punta puede empeorar los juanetes. Sólo la cirugía puede corregir esta deformidad, a menudo dolorosa.
↪ Callos
Los callos suelen formarse por la presión repetida sobre la piel. Las mujeres con deformidades en los pies, como los dedos en martillo, a menudo sufren de callos porque la parte superior de los dedos doblados se roza con la parte superior o los lados de los zapatos.
↪ Dedos en martillo.
Los zapatos de tacón alto con puntas muy puntiagudas, que juntan los dedos de los pies pueden contribuir a los dedos de martillo. Esta deformidad se produce cuando el segundo, tercero, cuarto o quinto dedo del pie se dobla como una garra. Este hecho puede causar una fricción constante del zapato, lo que provoca callos dolorosos. Los dedos en martillo severos pueden requerir cirugía para aliviar el dolor.
↪ Deformidad de Haglund
Los zapatos por fricción y rozadura, pueden llegar a causar un dolor significativo irritando una deformidad ósea que algunas mujeres tienen en la parte posterior de su talón, llamada bursa retrocalcánea. Puede ser un problema muy común en mujeres que usan tacones altos casi todos los días. En muchos casos, puede provocar ampollas, bursitis o tendinitis de Aquiles.
↪ Neuromas
Los zapatos de punta y de tacón alto son las razones más comunes por las que las mujeres desarrollan neuromas dolorosos. Los zapatos de tacón alto pueden hacer que los dedos se vean forzados a encajarse para caber en la zona de la punta, lo que puede comprimir e hinchar los nervios del pie, especialmente entre el tercer y cuarto dedo. Los síntomas del neuroma aparecen gradualmente e incluyen hormigueo, ardor, entumecimiento o dolor. Sin tratamiento, un neuroma puede provocar un daño permanente en los nervios, lo que dificulta el caminar con normalidad y un dolor intenso y punzante al andar.
↪ Esguinces de tobillo
Los tacones altos aumentan el riesgo de esguinces de tobillo. Los esguinces ocurren cuando los ligamentos que conectan los huesos se estiran o se rompen. Si no se tratan, los esguinces pueden provocar una inestabilidad crónica de tobillo y una posible artritis.
↪ Dolor de espalda
Los tacones altos obligan a las mujeres a pararse y caminar de forma poco natural, afectando la alineación de los tobillos, rodillas, caderas y la parte baja de la espalda.
Afortunadamente no todos los problemas de los pies relacionados con el uso de tacones altos requieren cirugía, muchos de estos problemas pueden ser tratadas sin cirugía con cambios en el uso del calzado, acolchado, ortopédicos, uso de plantillas y otras medidas.
Los zapatos de tacón alto de las mujeres no van a pasar de moda pronto. Pero al reconocer el dolor como una señal de advertencia, usar tacones altos con moderación y buscar atención podológica cuando los problemas se encuentran en sus primeras etapas.
Y sirva este dato para reflexionar, una de las cirugías podológicas más demandadas es la intervención quirúrgica de juanetes y más de la mitad de estas intervenciones se podrían evitar con el uso de un calzado adecuado.