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5 patologías comunes en podología pediátrica:
Es muy importante que los padres presten mucha atención a sus hijos cuando camines o corran. Si se observa que un niño presenta una marcha inestable o se cae con excesiva frecuencia puede ser un síntoma de que el niño sea visto por un podólogo.
Un podólogo es la persona cualificada para detectar cualquier anomalía y dictaminar si el niño debe someterse a un estudio biomecánico analizando todos los parámetros del pie, rodilla y cadera. Si se detecta cualquier patología se pondrá en marcha la solución médica necesaria para el pequeño.
Aunque hay un gran número de patologías que pueden afectar a los pies o la marcha del niño las más comunes son las siguientes:
Pies Planos
Pies planos: Es un cambio en la forma del pie del niño en el cual este no tiene un arco normal al estar parado. Se considera evolutivo y es bastante común en bebés y niños pequeños y se produce debido a que los tejidos que sostienen los tendones del pie están laxos.
A partir de los 2 a 3 años, los tejidos del niño se tensan y forma un arco normal sin necesitar ningún tipo de ayuda o tratamiento adicional. Habrá casos en los que si que se necesite realizar un tratamiento a medida en los casos de pequeños que tengan sintomatología.
Pies Cavos
Arco Plantar Alto: También llamado Pies Cavos, es lo opuesto al caso de los pies planos y mucho menos común. Se produce cuando el arco se eleva más de lo normal y el origen de esta anomalía puede ser una afección de los huesos o de los nervios. Esta afección es de suma gravedad y debe ser tratada lo antes posible debido a que los pies cavos pueden llegar a causar una discapacidad.
Pies Valgo
Pies Valgo: Se caracteriza por la desviación lateral del talón y en algunas ocasiones está asociada al pie plano. El origen de esta afección está en una disminución del arco plantar que produce que la carga se desplace hacia la zona media del pie. Los pies valgos hay que tratarlos concienzudamente debido a que este trastorno puede llegar a producir en edades más avanzadas una afección mayor como una fascitis o una artritis de rodilla.
Pies Pronados
Pies Pronados: Se caracterizan porque el talón del pie se inclina excesivamente hacia el interior, mientras que el calcáneo y la parte delantera del pie se desvían hacia el exterior. Los pies pronados es una afección bastante común en niños con pies planos y requiere de una rápida actuación por parte del equipo de podólogos.
Pies Supinados
Pies Supinados: En este caso, en contraposición a los pies pronados, esta afección se caracteriza porque la planta mira hacia dentro. Este problema es bastante grave ya que puede conllevar dolores en articulaciones, dolor de espalda, cadera o de rodilla.
Muchas de estas afecciones y problemas se pueden solucionar por completo si tratan en la niñez. Por eso la importancia de las revisiones periódicas podológicas en los más pequeños, estas revisiones son igual de trascendentes que las visitas al oculista o al odontólogo que sí que se realizan de forma periódica. Los padres deben concienciarse de que el correcto desarrollo de los pies del niño es fundamental para prevenir y solucionar futuros problemas.
La salud de los pies de nuestros pequeños es algo fundamental para su correcto desarrollo. Gracias por compartir esta información. Buen trabajo.