
Con la llegada del otoño los pies necesitan unos cuidados específicos para adaptarse a los cambios que se van a producir con la llegada de la nueva estación.
Incluso el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana señala que cerca del 70% de los españoles padecen algún tipo de enfermedad en los pies.
Una cifra muy alto pero entendible si tenemos en cuenta que dolencias como los callos, los juanetes o las durezas afectan a siete de cada diez españoles.
Los pies son una de las partes del cuerpo a las que menos atención se les presta y sin embargo, muchas dolencias o patologías de los pies pueden marcar de forma determinante nuestra calidad de vida.
Especialmente en personas de mayor edad, ya que han sufrido por el paso de los años un importante desgaste en la almohadilla plantar, aumentan las metatarsalgias (dolor en el antepié) y la aparición de duricias, patologías que, aunque no son graves pueden ser muy dolorosas al caminar y pueden provocar caídas o úlceras en las personas diabéticas.
Entre los factores que más inciden en la salud de nuestros pies encontramos indicadores como la edad, la carga genética, la profesión o el uso incorrecto del calzado.
Es en este aspecto, el uso inadecuado del calzado en el mundo laboral es de gran importancia debido a que el uso de un calzado laboral inadecuado, puede ocasionar juanetes, dedos en garra y metatarsalgias. Sin olvidarnos de que también puede provocar una mala circulación de la sangre, compresión de las articulaciones y sobrecargas por malas posturas.
Por eso se recomienda a profesionales, como comerciales, carteros, policías y personas que pasan muchas horas de pie, visitar al podólogo para que determine cuál es el calzado más adecuado para la jornada laboral y si detecta anomalías, el mejor tratamiento para sus pies.
El mejor calzado laboral es el que respeta el ancho del pie, que no tenga más de tres centímetros de tacón y que sea flexible y con suela acolchada. Y para trabajadores de la industria pesada, deben utilizar zapatos y botas de seguridad, impermeables, con punteras reforzadas de acero y suelas antideslizantes para prevenir heridas y accidentes.
Unos pies sanos tanto estéticamente como en la supresión de dolencias es algo esencial tanto para mujeres como en hombres. A veces nos descuidamos un poco, sobre todo en verano cuando no llevamos el calzado adecuado. Pero seguir vuestras recomendaciones sobre cuidados y acudir a nuestro podólogo de confianza, podemos seguir disfrutando de nuestros paseos 🙂