
Llega la primavera, las altas temperaturas y lo normal es sacar a nuestros pies de su letargo en los zapatos cerrados de invierno y mostrarlos a todo el mundo en zapatos abiertos y sandalias.
Y sin olvidarnos que este fenómeno viene acompañado del llamado piestureo, hablamos del postureo dedicado a nuestros pies.
Fotografiar los pies se extiende con la llegada de la primavera con una facilidad pasmosa, es como si no contar con una de estas imágenes en nuestras galerías de Instagram significara no saber que ya hace buen tiempo.
En la arena, con las primeras olas, con sandalias, descalzos, con uñas pintadas o en proceso… el piestureo exige unas uñas perfectas y preferiblemente pintadas.
Lo que mucha gente desconoce cuando cae presa de la moda del piestureo es que no debemos abusar del esmalte de uñas ya que puede provocar enfermedades por falta de hidratación y transpiración.
Es verdaderamente peligroso y nada recomendable llevar las uñas pintadas desde el mes de abril hasta los primeros meses fríos de otoño.
Al pintar las uñas de los pies podemos estar ocultando manchas, rugosidades y otras irregularidades que pueden ser el signo visible de algunas enfermedades.
Al pintarte las uñas hay que saber que el esmalte de uñas al formar una capa espesa y gruesa sobre la uña limita su transpiración, reduce su grosor, y la debilita hasta llegar a romperse.
Sin olvidarnos que el uso excesivo del esmalte podría llegar a facilitar la proliferación de hongos.
En el Instituto Valenciano del Pie no estamos en contra del piestureo, todo lo contrario, pero es nuestra obligación recordaros que debemos seguir una serie de recomendaciones con el esmalte de uñas para no tener ningún problema con su uso.
Por ejemplo debemos descansar unos días entre un esmaltado y otro para que nuestras uñas puedan respirar. Cuando empecemos a utilizar otra vez calzado cerrado debemos limpiar muy bien y retirar cualquier rastro del esmalte o laca de uñas que hemos utilizado en verano.
Hay que tener en cuenta la fecha de caducidad de los esmaltes de uñas. Un esmalte caducado puede que tenga su composición alterada y pueda afectar a nuestras uñas.
Mejor utilizar quitaesmaltes sin acetona porque perjudican menos a la uña y a la piel de alrededor.