Las uñas son una parte muy importante de nuestro cuerpo. Son las encargadas de proteger los vasos sanguíneos de los dedos, aumentan la precisión y la sensibilidad en los dedos de las manos y en los pies. También nos ayudan en la biomecánica de la marcha por que aumentan la superficie de apoyo de los dedos en el suelo.
Las uñas están formadas principalmente por células muertas endurecidas que contienen queratina, una proteína fibrosa que el cuerpo produce de manera natural. El mayor aporte de queratina de las células muertas proviene de los propios huesos.
Y una curiosidad, las uñas de las manos crecen cuatro veces más rápido que las de los pies.
Las uñas se pueden ver afectadas por problemas o enfermedades de todo el cuerpo, también las infecciones bacterianas o fúngicas pueden producir cambios en las uñas.
Es por ello que el análisis y el diagnóstico de las mismas se debe hacer de una manera global observando todas las características y antecedentes del paciente para un correcto diagnóstico.
Aunque la mayoría de las afecciones ungueales de las manos se pueden dar también en los pies, pero además, por sus características especiales y por la agresión del calzado, existen otras alteraciones que se dan exclusivamente en las uñas de los pies como por ejemplo la onicogrifosis (uña en garra) o la famosa uña encarnada.
Un caso peculiar es la manía de comerse o morderse las uñas (onicofagia) aunque es más habitual en las uñas de las manos en algunas ocasiones también se produce en las uñas de los pies.
La uña encarnada
La onicocriptosis o comúnmente conocida como uña encarnada, es seguramente la afección de las uñas de los pies más habitual. Generalmente la encontramos en los canales ungueales de la uña del dedo gordo, aunque también puede estar presente en el resto de dedos.
Es una uña que su crecimiento se extiende a través de la piel de los laterales de los dedos y normalmente va asociada a una infección. Los síntomas más frecuente que presenta el paciente que tiene una uña encarnada son: dolor, inflamación, supuración e incluso crecimiento de tejido por encima de la uña.
En función del estado del paciente, infección, deformidad de la uña, tipo de calzado, actividad etc se elegirá el tratamiento conservador o el tratamiento quirúrgico.