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Al igual que tus pies, las uñas de tus pies no siempre huelen a rosas. Al igual que tus pies, están sometidas al ambiente oscuro y sudoroso de los zapatos, un caldo de cultivo para bacterias y hongos que provocan infecciones.
Pero las uñas de los pies tienen otro problema añadido, son propensas a infecciones y lesiones debido al uso inadecuado de la pedicura.
Puede ser difícil distinguir los olores de las uñas de los pies, de los olores de los pies (que tienen tantas causas diferentes). Aun así, hay algunos signos específicos de las uñas de los pies que pueden indicarte que tus uñas son responsables del hedor.
Por ejemplo, cambios de color y textura. Las uñas de los pies nos están diciendo algo si se vuelven gruesas o descoloridas. Si tus pies está bien, sin problemas aparentes de descamación o piel seca o agrietada, tus uñas pueden ser el problema del mal olor.
Causas.
Unas uñas de los pies mal cortadas.
Tanto las largas como las cortas pueden ser la causa del problema. Las uñas demasiado cortas pueden ser propensas a encarnarse, una ruta perfecta para la entrada de hongos. Las uñas demasiado largas se suelen tropezar con los zapatos con cada paso, lo que causa levantamiento, daño y también la posibilidad de que entren hongos y bacterias.
La mejor solución es cortar las uñas correctamente. Debemos cortar las uñas en línea recta para que las esquinas se asienten suavemente contra la piel, evitando los bordes muy redondeados o en forma de V.
Una infección por hongos.
Las infecciones por hongos proliferan profundamente debajo de la placa de la uña y debajo y detrás de la cutícula en la matriz de la uña, que es donde viven las células ungueales que hacen crecer la uña.
Comprueba el color de las uñas de tus pies. Puede haber una infección por hongos si las uñas son amarillas, verdes, marrones o blancas, se están separando, son gruesas o se levantan del lecho ungueal. El dolor y la acumulación de desechos debajo de la uña son otros signos.
Los hongos se propagan, son contagiosos y pueden ser difíciles de tratar y curar.
El mal olor proviene de tus zapatos.
Si tus zapatos o calcetines huelen mal, tus uñas pueden absorber esos olores. Para reducir el mal olor de los zapatos, puedes usar antitranspirantes para los pies para mantenerlos secos o rociar los zapatos con un aerosol para zapatos que elimine el olor. La misma razón que los zapatos, pueden ser los calcetines. Cámbiese los calcetines con más frecuencia, y no los vuelvas a usar, elige materiales naturales que absorban la humedad como la lana.
Y cuidado con los calcetines con muchos colores y patrones. Los tintes y colores también pueden estimular los olores porque disminuyen la transpirabilidad.
Si notas suciedad pegada alrededor de la cutícula, en las esquinas de las uñas o entre la uña y el lecho ungueal, podrían ser desechos subungulares. Esto es una acumulación y combinación de: piel y uñas muertas infectadas o no infectadas, pelusa de calcetines y residuos de jabón. Una buena limpieza debería bastar para solucionarlo.