La mitad de los corredores terminan por lesionarse durante el primer año y muchas de estas lesiones están relacionadas por el calzado que utilizan para correr. Las lesiones más habituales en los corredores se localizan en rodillas, caderas y pies
Por eso todas las nuevas hornadas de podólogos tienen que aprender las claves a la hora de recomendar unas zapatillas para la práctica del deporte de moda, el running.
Por otra parte los podólogos con años de profesión también deben de reciclarse constantemente porque las modas cambian y los fabricantes están en constante innovación con nuevos diseños y tecnologías cada vez más innovadoras.
Hace unos años a la hora de adquirir un calzado deportivo se utilizaban conceptos como pronador, supinador o neutro. Hoy en día estos términos están totalmente desactualizados.
Existen otros muchos factores de mayor relevancia como el peso del corredor o incluso el tipo de terreno del lugar de la carrera o de entrenamiento.
Cada vez tiene mayor importancia el peso del corredor ya que determina cuantos kilos deberán soportar las zapatillas, a menor peso se necesitará menor amortiguación en la pisada.
Otro de los factores que cada vez se valora es el del drop, hablamos del grosor que existe entre el talón y la zona del antepié y dedos. El drop se mide en una escala de milímetros del 12 a 0 y es un nuevo elemento a tener en cuenta a la hora de adquirir el calzado deportivo.
Así un corredor que experimente sobrecarga en el gemelo o en el sóleo necesitará un drop alto, todo lo contrario a un corredor con tendencia a lesionarse la rodilla.
Los podólogos también quieren expresar su preocupación de las campañas de marketing de las empresas deportivas que relacionan eficiencia y velocidad con zapatillas ligeras, aunque se pueda arañar algunos segundos pueden provocar en determinados corredores algún problema en los gemelos o sóleo.
Las marcas comerciales cada vez sacan zapatillas con nuevos materiales o tecnologías pero que muchas veces no son las adecuadas para todos los corredores.
En el mercado encontramos zapatillas pensadas para correr rápido pero nefastas para las personas que se están iniciado en este deporte o que nunca han corrido.
Al igual que la moda cada vez más habitual de correr descalzo con unas sandalias especiales. No hay ningún estudio riguroso que pruebe que correr descalzo sea más beneficioso que correr descalzo. Al contrario, llevar el pie protegido nos salva de las irregularidades del terreno y posibles accidentes
Hola,
Me gustaría añadir que es muy importante la elección de una talla correcta, ya que los dedos de los pies debería de quedar libres y no oprimidos. Durante el entrenamiento y con el paso de las horas del día, el pie comienza a hincharse, y si los dedos no tienen el suficiente espacio, podría conllevar a lesiones.
Ademas, un peso inadecuado de la zapatilla, es decir sobrepasar los 400 gramos, podrían conllevar a una mala ejecución de la tecnica en carrera producida por la fatiga, la que también podría llegar a lesionarte.
Por ultimo, hay casos en los que por falta de musculatura equilibradora en el cuerpo, sufres dolores en la articulaciones. Un ejemplo característico en este tipo de dolencias es al ausencia de gluteo medio que se relaciona con dolor en la rodilla.
Espero que sirva de ayuda,
Un saludo 😉