El policloruro de vinilo (C2H3Cl)n2 más conocido por todos como PVC es el producto de la polimerización del monómero de cloruro de vinilo, quiere decir que es un derivado del plástico.
Lo podemos encontrar en nuestro día a día en multitud de usos, envases, ventanas, tuberías, cables, pavimentos, juguetes… Sin embargo ciertos colectivos han denunciado que la inhalación prolongada de cloruro de vinilo podría ser dañina para nuestra salud.
Su bajo coste, resistencia al agua y a la corrosión, que sea dúctil y resistente le han convertido en uno de los derivados del plástico de mayor éxito.
Ahora, el PVC ha saltado al mundo de la moda y lo vemos en bolsos, sombreros y zapatos. Este año hemos visto zapatos de PVC en las colecciones de Chanel y cada vez más vemos estos zapatos en las pasarelas.
Desde el Instituto Valenciano del Pie hemos indicado en muchas ocasiones que en la elección del calzado nunca debemos anteponer el precio o la estética a la hora de comprar nuestro calzado.
El calzado tiene un papel muy importante y una función muy definida, nos ayuda a andar, correr, saltar y nos protege frente a las irregularidades del terreno y las condiciones climáticas.
El calzado tiene que resultarnos cómodo y no debe causarnos ningún dolor, una mala elección en el calzado, tiene más consecuencias en nuestros pies de las que nos imaginamos.
Y, como no podría ser de otro modo, uno de los puntos más importantes es el material en el que están fabricados.
A la hora de elegir el calzado, nuestra mejor y primera elección es elegir siempre materiales naturales y flexibles. Materiales que ayuden a la transpiración y a la vez permitan libertad de movimiento.
Por eso se desaconseja totalmente el uso del PVC debido a que al ser un material plástico impide que el sudor del pie se elimine de manera adecuada e impide que el pie transpire con normalidad.
Si el sudor se acumula, y más durante los meses de verano, puede ocasionar que aparezca problemas cutáneos o en las uñas por la acción de hongos y bacterias.
Sin olvidarnos que el PVC no es lo suficientemente flexible para su uso en zapatos, lo que puede provocar que tengamos que hacer un esfuerzo extra para poder flexionar el pie.
En el mercado existe una gran variedad de calzado, con diferentes precios para todos los bolsillos, elaborados con materiales naturales como la piel o el algodón.
Tampoco tenemos que demonizar el uso de ciertos materiales sintéticos en ciertos elementos del calzado, por ejemplo en suelas o en partes del calzado deportivo. Pero de cara a materiales en contacto con el pie lo idea es materiales naturales. Por ejemplo en estos meses de verano es una buena opción el calzado de algodón, que es transpirable y adaptable.