
Fumar es malo es para nuestro organismo en general. El tabaco es nocivo para nuestra salud y para la salud de los que nos rodean, es uno de los principales factores de riesgo de varias enfermedades crónicas y uno de los hábitos más nocivos que existen.
Pero muy pocas personas fumadoras son conscientes o conocen, que fumar es también dañino para sus pies.
El culpable de ello es el endurecimiento de las arterias que provoca el tabaco y que hace que disminuya el flujo sanguíneo. La sangre se espesa y se reduce el oxígeno que llega a los tejidos.
La sangre llega en peores condiciones a nuestros pies, por lo que éstos tardan más en eliminar infecciones, en curarse o en cicatrizar.
Como consecuencia de esta mala circulación provocada por el tabaco también se disminuye la hidratación y la capacidad de regeneración de la piel al menguar los niveles de vitamina C y se produce además la rotura de las proteínas responsables de la elasticidad de la piel.
Una combinación de factores que convierten a nuestros pies es presa fácil para la aparición de callos o helomas.
Por un lado el tabaco afecta a la circulación y por otro produce una gran cantidad de toxinas derivadas de la nicotina que deben ser expulsadas por las glándulas sudoríparas de la piel.
Estos factores posibilitan el aumento de casos de helomas o lesiones hiperqueratósicas, callosidades que se convierten en verdaderas barreras, que actúan como un obstáculo a la hora de expulsar las toxinas de la nicotina, que se acumulan en el heloma hasta el punto de poder provocar una infección.
Este es el motivo de que las callosidades en personas fumadores presente una coloración amarillenta.
El color y la especial rugosidad por culpa de la deshidratación de los pies de los fumadores son los principales indicadores que sirven al podólogo para detectar un heloma nicotínico.
Este tipo de helomas vinculados con el tabaquismo son muy habituales en la consulta del Instituto Valenciano del Pie y generalmente no revisten gravedad. Su tratamiento suele ser una quiropodía para la limpieza de la zona de la afección.
La recomendación que se le ofrece al paciente es que deje de fumar para evitar que se produzcan más casos en el futuro y que intente llevar una dieta equilibrada junto con la práctica moderada de deporte.
El sedentarismo y la obesidad son factores que ayudan a complicar un problema con helomas nicotínicos.