
Llega el calor, volvemos a la playa o a la piscina, sacamos la ropa de verano del armario y volvemos a comprar cremas solares. Nadie duda en prestar una atención especial a la piel de la cara y el cuerpo pero también debemos acordarnos de otras zonas sensibles, como los pies, que volvemos a enseñar después de muchos meses a cubierto.
No es lo mismo un pie bonito que un pie sano.
Antes que nada debemos preguntarnos si tenemos los pies preparados para enseñarlos. Quizás debamos ponernos en las manos expertas de un profesional para ayudarnos a realizar una puesta a punto.
Pero, ¿en qué profesional debes confiar la salud de nuestros pies? La respuesta es bastante clara, el podólogo diagnostica, prescribe y trata, para ejercer su actividad podológica. La estructura y el funcionamiento de los pies son muy complejos y exigen profundos conocimientos en distintas materias, así como las habilidades y aptitudes necesarias para realizar y elaborar cualquier tipo de tratamiento del pie mediante los procedimientos terapéuticos adecuados.
En términos generales, la quiropodia es un tratamiento podológico que tiene como objetivo prevenir, diagnosticar y tratar cualquier problema relacionado con el pie y las uñas. Un mal apoyo de los pies, un calzado inadecuado, infecciones víricas fúngicas o bacterianas pueden derivar en una lesión en el pie que nos limita nuestra calidad de vida.
El podólogo es el profesional encargado de realizar la quiropodia y de detectar otras posibles anomalías como juanetes, pie diabético, hongos, fascitis plantar, hiperqueratosis… etc. La quiropodia incluye el corte y fresado de uñas terapéutico, deslaminación de hiperqueratosis (durezas), tratamiento de callosidades y helomas, fresado de talones y la hidratación con masaje relajante.
¿Qué es la pedicura?
Por otra parte, la pedicura es un tratamiento únicamente estético, es una manera de mejorar el aspecto de los pies y las uñas. Mediante la pedicura se realiza un limado de las uñas de forma superficial, se eliminan las pieles muertas y se utilizan productos de belleza como cremas hidratantes o el esmalte de uñas.
La pedicura es un procedimiento estético no realizado por un podólogo profesional, sino por un profesional esteticista que no puede garantizar el cuidado integral de nuestros pies.