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El ejercicio físico, en casi cualquier variante como andar, correr, practicar un deporte… etc. Es un gran alivio para el estrés, estar activo aumenta nuestras endorfinas y nos distrae de las preocupaciones del día a día. Prácticamente cualquier tipo de ejercicio, desde los más activos como el running hasta el yoga, puede actuar como un gran aliviador de estrés diario. No hace falta ser un atleta o incluso si no estás en forma, puedes hacer un poco de ejercicio físico todos los días cómo empezar con un breve paseo que te ayude a controlar el estrés.
El ejercicio aumenta tu salud en general y tu sentido de bienestar. Pero el ejercicio también tiene algunos beneficios directos para combatir el estrés.
Aumenta las endorfinas.
Cualquier actividad física, cómo salir a pasear, nos ayuda a aumentar la producción de los neurotransmisores del cerebro, llamados endorfinas. Las endorfinas se generan de igual modo si jugamos un partido de tenis como si salimos a caminar por el campo. Después de un rato caminando te darás cuenta cómo el caminar te ayuda a olvidar los problemas del día o si has salido a correr, te has concentrado sólo en los movimientos de tus pies y has dejado de lado las preocupaciones.
A medida que una actividad física como salir a caminar o correr, se convierte en una rutina y nos enfocamos a esta tarea, estamos generando una energía y un optimismo que nos ayudas a mantener la calma y ganar en claridad en todo lo que hagamos.
Mejora tu estado de ánimo.
El ejercicio regular nos ayuda a aumentar la confianza en nosotros mismo, puede ayudar a relajarte y reducir los síntomas asociados con la depresión leve y la ansiedad. El ejercicio suave como caminar también nos puede ayudar a mejorar el sueño, que a menudo se ve interrumpido por el estrés, la depresión y la ansiedad.
Consulta con los especialistas.
Si no has hecho ejercicio durante mucho tiempo o tienes problemas de salud, no puedes lanzarte a correr de la mañana a la tarde, primero deberás ponerte en las manos de un especialista, por ejemplo, en un podólogo para que revise el estado de salud de tus pies y te de las oportunas recomendaciones.
Camina antes de correr.
Aumenta tu condición física gradualmente. Si nos lanzamos a practicar deporte seguramente terminemos con alguna lesión. Se recomienda para la mayoría de los adultos sanos, realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada (como caminar a paso ligero o nadar) o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica vigorosa (como correr). También puede realizar una combinación de actividad moderada y vigorosa. Además, podemos incorporar ejercicios de entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana.
Haz lo que te gusta.
Prácticamente cualquier forma de ejercicio o movimiento puede aumentar tu condición física y a la vez disminuir su estrés. Lo más importante es elegir una actividad deportiva que disfrutes. Por ejemplo, caminar, subir escaleras, correr, montar en bicicleta, nadar. etc. Comenzar un programa de ejercicios es sólo el primer paso, también debemos establecernos metas asequibles, es decir, objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y limitados en el tiempo.
Por ejemplo, se puede empezar a reducir el estrés en su vida y recargar las pilas estableciendo una rutina de salir a caminar varios días a la semana durante 45 minutos.
Mejor en compañía.
Contar con un compañero puede ser un poderoso incentivo. Hacer ejercicio o caminar con un amigo, un compañero de trabajo o un miembro de la familia a menudo aporta un nuevo nivel de motivación y compromiso.
Cambie de rutina.
Si siempre has sido un deportista muy competitivo, quizás deberías buscar deportes menos competitivos que puedan ayudarte a reducir el estrés.
Hacer ejercicio siempre que puedas
Si no puedes hacer una caminata de 30 minutos, intenta hacer tres caminatas de 10 minutos. El entrenamiento a intervalos también puedes ser una forma segura, eficaz y eficiente de obtener muchos de los beneficios del ejercicio de mayor duración. Lo más importante es hacer que la actividad física regular forme parte de nuestro estilo de vida.
Encuentra la actividad física que te haga disfrutar, ya sea caminar o jugar al golf y hazla formas parte de tu rutina habitual. Cualquier forma de actividad física puede ayudarte a relajarte y convertirte en una parte importante de tu enfoque para aliviar el estrés.